Tras la aplicación se organizan las nano partículas por sí mismas, formando una capa que se une fuertemente a la superficie sobre la que se aplica. Si las superficies son lisas y no absorbentes de líquidos, las nano partículas formaran rápidamente una capa protectora repelente de suciedades y humedad. En caso de superficies porosas, penetrarán las nano partículas en los poros rellenándolos. Esto evitará la formación de moho, capas de algas, parásitos de la madera (externos e internos), y la acumulación de suciedad o humedad en la superficie. El mismo efecto se comprueba en los tejidos acrílicos o naturales. Los diferentes hilos son recubiertos por las nano partículas, impidiendo que la suciedad o la humedad puedan penetrar con profundidad facilitando la limpieza. Los tejidos tratados no producen alergias de la piel.
Tras 24 horas la aplicación en las superficies o tejidos lisos, o 48 horas en el caso de las porosas y absorbentes, se desarrolla completamente la acción antisuciedad, que consiste en que la suciedad no podrá adherirse a las superficies tratadas y se removerán con facilidad. El tratamiento no transforma el aspecto, la transpiración o el tacto de los materiales impermeabilizados o barnizados.
Una hora después de la aplicación se podrá pisar la capa o transportar los objetos y almacenarlos.
La ventaja de la capa a base de nanotecnología es su efecto de larga duración tras el secado y la posibilidad de exposición a agentes extremos a menor riesgo. Soporta los rayos UV , la congelación o el calor hasta 450° C. Los efectos secundarios protegen los materiales contra los arañazos y el desgaste por uso. Tampoco se manifiestan las influencias medioambientales. Las superficies tratadas se podrán limpiar incluso con aparatos de limpieza a presión (max. 50/60 bar). Dependiendo del material se podrá incluso cepillar. Según el uso y desgaste podrá contarse con una protección de la capa nano impermeabilizadora de hasta un año.
Una vez secado el revestimiento no causa daños a la salud o a los alimentos. La nano capa protectora sólo tiene unos nanómetros de grosor por lo que es invisible al ojo humano. Para observarla haría falta un aparato microscópico adecuado.
La capa protectora se enlaza químicamente con la superficie. En el caso de los materiales absorbentes y porosos no será posible retirarla después de su aplicación sin causar daños en el material. En el caso de los lisos con mucho esfuerzo y métodos muy abrasivos. Los productos nanotecnológicos se vienen empleando desde hace algunos años, mejorándose continuamente y están expresamente diseados para la aplicación en los diferentes tipos de materiales (cristal, cerámica, rocas, cemento, albañilería, piedras naturales, cuero, tejidos, etc.)